Ciudad de México. La Fundación Judd, un grupo sin fines de lucro dedicado al legado del artista Donald Judd, demandó el miércoles ante una corte federal de California a la estrella de la televisión y empresaria Kim Kardashian por mostrar presuntamente versiones falsas de sus muebles en un video de YouTube.
La demanda de la fundación dice que Kardashian describió como auténticos muebles Judd mesas y sillas “de imitación” fabricadas por la empresa de diseño de interiores Clements Design, con sede en Los Ángeles.
La demanda acusaba a Kardashian de promoción falsa y a Clements Design de publicidad falsa, competencia desleal e infracción de marcas y derechos de autor.
Los representantes de Kardashian y Clements Design no respondieron inmediatamente a las solicitudes de comentarios sobre la demanda.
La presidenta de la Fundación Judd, Rainer Judd, hija del artista, dijo en un comunicado que los muebles de Judd son una “parte integral de su legado” y que la “existencia de muebles no auténticos socava la integridad de su obra original”.
Judd, fallecido en 1994, fue una figura destacada del arte minimalista cuyas obras se han expuesto en instituciones como el Museo de Arte Moderno de Nueva York y Tate Modern de Londres. La fundación dijo que vende sus diseños de muebles “fielmente adheridos a las exigentes especificaciones del Sr. Judd”.
Según la demanda, la empresa de cuidado de la piel de Kardashian, SKKN by Kim, contrató a Clements Design para que fabricara mesas y sillas al estilo de Judd para sus oficinas. Kardashian supuestamente publicitó los muebles falsos en un video de 2022 en YouTube donde mostraba las oficinas.
“Si les gustan los muebles -porque últimamente me gustan mucho los muebles-, estas mesas de Donald Judd son realmente increíbles y combinan totalmente con los asientos”, dijo Kardashian en el video, según capturas de pantalla incluidas en la denuncia. Un enlace en la denuncia llevaba a un vídeo privado de YouTube inaccesible el miércoles.
La fundación afirma que “no le quedó más remedio” que demandar a Clements Design y Kardashian, que se negaron a reciclar los muebles, borrar el video o hacer publicidad correctiva.
