La ciencia y el arte convergen para presentar Mitocondria, inmersión en el linaje materno, exposición colectiva de un grupo multidisciplinario de 24 artistas, científicos y teóricos, abierta en la Galería Espacio Alternativo del Centro Nacional de las Artes. Se trata de un proyecto producido por la compañía Bioscénica: cuerpo digital y transdisciplina, junto con el Instituto Nacional de Medicina Genómica y el grupo de investigación y producción Arte + Ciencia de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Las fotografías, instalaciones, esculturas, pinturas y los videos incluidos en la muestra parten de los resultados de estudios de ADN mitocondrial hechos a los artistas participantes, para rastrear su linaje materno y reflexionar sobre las mujeres que les antecedieron.

La mayoría de las obras son individuales, sin embargo, también hay algunas realizadas de forma colectiva como la instalación Hécate hecha a partir del análisis de una base de datos.

Alejandro Ortiz González, quien participa con la instalación Taxka, señala que en el interior de cada una de nuestras células habitan dos tipos de material genético, el ADN nuclear y el ADN mitocondrial. El primero está localizado en el núcleo de la célula y se encarga de su mantenimiento, estructura y funcionamiento. El segundo se localiza en unos pequeños orgánulos ubicados fuera del núcleo de la célula: las mitocondrias.

Hoy se sabe que las mitocondrias se incorporaron a la célula hace aproximadamente 2 mil millones de años y desde entonces juegan un papel fundamental: proveer a la célula de la energía necesaria para activar sus reacciones bioquímicas.

El ADN mitocondrial, a diferencia del ADN nuclear, se hereda sólo por vía materna, y a pesar de que se transmite intacto de generación en generación, a lo largo de la evolución han ocurrido mutaciones que se pueden observar como cambios en la secuencia. En 1987 Rebecca Cann y colaboradores compararon el ADN mitocondrial de diversas personas de todo el mundo, y con esto fue posible reconstruir la genealogía del linaje materno que se remonta hasta los orígenes de la especie humana en África.

Universo simbólico, poético, civil y social de la mujer

En la presente propuesta se resalta el ADN mitocondrial como punto de partida para pensar el universo simbólico, poético, civil y social de la mujer, y desde allí cuestionar la realidad actual y el pasado.

La exposición Mitocondria nació a raíz de la provocación de Sandra Romero Hidalgo, investigadora del Instituto Nacional de Medicina Genómica, en el sentido de que no existe un formato de divulgación científica que sea realmente ameno para el público en general. Decidimos, pues, hacer estos proyectos de divulgación científica mediante el arte, expresa Minerva H. Trejo, directora de Bioscénica.

Mitocondria viene a ser la segunda etapa de Mosaico genético en México, una mirada desde las artes, proyecto en el que se trabajó el ADN nuclear. Las obras resultantes fueron expuestas en museos como el de la Ciudad de México, apunta la artista Eurídice Navi.

Una de las obras más logradas es Mitochondrial Dress: relatos de viaje con mis ancestros, una especie de estatua de la autoría de Magenta, que emplea biomateriales, aplicaciones en impresión 3D, realidad aumentada e inteligencia artificial. Esta artista multimedia desde la transdisciplina, como se define, explica que de su análisis de ADN mitocondrial salió “cierta ruta trazada por sus ancestros. Es decir, una mujer que partió de África y, a través de sus descendientes, migró a la península arábiga, continuó al área de Armenia, para después pasar a Siberia y de allí formar parte de los grupos amerindios que se conformaron en América y, en el caso de Magenta, llegaron a Sonora y a las comunidades tarahumaras.

El torso de la figura femenina contiene varias aplicaciones que funcionan a manera de realidad aumentada, y permiten al espectador enterarse de diferentes momentos de ese largo viaje. Son relatos imaginados por la artista sobre los periplos inspirados en la trayectoria de su haplogrupo del ADN mitocondrial. Otro expositor que emplea inteligencia artificial es Julián Bonequi en su escultura textil.

La pintora Berta Kolteniukparticipa con un acrílico que es una representación imaginaria del círculo de la mitocondria en el flujo de los fluidos en los que se encuentra. En su instalación ADNmt, realizada con hardware, Héctor Ugalde visualiza sus genes mitocondriales. La pieza de Andrea Fuentes es una constatación del tránsito colectivo: del espacio, del tiempo y de las identidades; el trayecto por la vida hacia la muerte que nunca muere y ha de renacer camino.

En su pieza Patzoa Ïnis, Minerva H. Trejo se refiere a la herencia biológica y aquella afectiva, a través de mezclar sangre con violeta de genciana, sustancia utilizada para curar las heridas. Cuelgan plantas conocidas como Malamadre, aunque también se llaman lazos de amor.

Otros artistas participantes son: Rocío Cerón, Demián Flores, Hersúa, Eurídice Navi, Adán Paredes y Héctor Quiñones.

La exposición Mitocondria, inmersión en el linaje materno permanecerá hasta el 25 de febrero de 2024 en la Galería Espacio Alternativo del Centro Nacional de las Artes, Río Churubusco 79, colonia Country Club.

 

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