El presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, ha decretado el cierre completo de la frontera con Haití en respuesta a la instalación, en el país vecino, de un canal destinado a desviar el agua de un río compartido para su venta a agricultores locales.
Esta medida entrará en vigor a partir de las 6:00 hores de mañana, viernes, y afectará a todos los puntos de acceso a la República Dominicana, incluyendo las fronteras terrestre, marítima y aérea. El anuncio fue realizado por el mandatario durante una ceremonia en un campamento militar donde también se entregaron vehículos blindados. Abinader subrayó que la frontera permanecerá cerrada el tiempo que sea necesario para eliminar esta provocación.
Desde principios de mes, el gobierno dominicano ha estado denunciando la construcción, por parte de un actor privado haitiano, de un sistema destinado a desviar el agua del río Masacre, que comparten ambos países, con el fin de venderla a agricultores haitianos. Es importante señalar que esta construcción no cuenta con la aprobación de Puerto Príncipe.
Las autoridades de Santo Domingo argumentan que esta obra viola varios acuerdos internacionales, incluyendo el Tratado de Paz y Amistad Perpetua y Arbitraje de 1929, el Acuerdo Fronterizo de 1935 y el Protocolo de Revisión de Frontera de 1936.
El presidente Abinader ha calificado esta construcción como “completamente inapropiada” y ha insistido en que su gobierno no la aceptará. Además, esta medida se suma a otras acciones previas, como la suspensión de emisión de visas a ciudadanos haitianos y el cierre del cruce en Dajabón, uno de los puntos fronterizos más importantes.
A pesar de estas medidas, Abinader ha señalado que las conversaciones con Haití continúan.
Haití, el país más empobrecido de América, atraviesa una prolongada crisis económica, política y de seguridad, agravada por el control de territorio por parte de pandillas criminales.
El presidente dominicano ha afirmado que si existen problemas incontrolables en Haití, deberán ser resueltos por el gobierno haitiano, pero no permitirá que afecten a la República Dominicana. Para buscar una solución definitiva, la República Dominicana propone la construcción de una presa y la celebración de una reunión bilateral de la mesa hídrica binacional.
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