Un hombre en China, conocido como el Sr. Li, se embolsó la asombrosa suma de 30 millones de euros, más de 565 millones de pesos. Sin embargo, su método para mantener oculta esta fortuna es aún más sorprendente. Li decidió presentarse a la oficina de lotería con una llamativa botarga amarilla que le cubría por completo el rostro y el cuerpo. ¿La razón? Quería evitar que su familia se volviera perezosa debido a su recién adquirida riqueza.
Este ganador de la lotería en China, apodado cariñosamente como Sr. Li, se dirigió a la ciudad de Nanning, en la región autónoma de Guangxi, para cobrar su premio. Sin embargo, su enfoque para mantener en secreto su golpe de suerte es lo que ha llamado la atención.
Li confesó que no le reveló a su esposa e hijo sobre su gran victoria por temor a que se relajaran y dejasen de trabajar arduamente en el futuro. Su determinación para evitar que su familia conociera la noticia lo llevó a ponerse una extraña botarga amarilla que ocultaba su identidad.
Tras darse cuenta de que se había ganado una fortuna en la lotería, Li tomó un tren a Nanning para reclamar su premio. Sin embargo, una vez en la ciudad, optó por encerrarse en un hotel durante todo el fin de semana, temiendo que podría perder el valioso billete de lotería si salía a la calle.
Admitió que no pudo conciliar el sueño la noche en que se enteró de que se había convertido en millonario. Al final, Li recibió una suma ligeramente menor de 23 millones de euros después de los impuestos y, generosamente, donó alrededor de 636 mil euros a organizaciones benéficas.
El uso de disfraces y botargas para cobrar premios de lotería es una práctica común entre los ganadores en China, quienes prefieren mantener su identidad en secreto.
En este caso, el Sr. Li llevó la discreción a un nuevo nivel, todo en un esfuerzo por asegurarse de que su familia siguiera esforzándose en la vida, sin que la riqueza inesperada los hiciera perder la motivación.
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