Dulce, picante, de colores, de maíz, con flores, con piñón, y mucho más, son solo una “probadita” de las más de 400 variaciones que el mole puede tener.
El mole, uno de los platillos más característicos de la gastronomía de México, considerada patrimonio inmaterial de la humanidad, ha sido reinventado por chefs de todo el país.
Grandes chefs de toda la República Mexicana, se reunieron este sábado en Guadalajara, Jalisco para celebrar al mole debido a su gran diversidad de variaciones.
“Echar a volar la imaginación” es como las y los chefs han calificado el trabajar haciendo moles.
“Esta libertad de poder crear porque eso es lo que va a hacer que podamos conservar nuestros ingredientes por más tiempo”, refirió la chef Olga Cabrera Oropeza, originaria de Oaxaca, para la agencia EFE.
“Hoy comemos un mole que seguramente alguien creó hace 50 ó 100 años, como los moles que tenemos en Oaxaca. Esperamos que también las propuestas que se hacen ahora lleguen a ser moles tradicionales”, agregó.
La creadora de 30 moles, algunos a base de maíz, la chef Cabrera Oropeza también de Oaxaca, refirió que el mole es una comida “bondadosa” y se usa como una gran fiesta.
“El mole es un plato de fiesta y los mexicanos somos de alegría, somos cariñosos y el mole para el extranjero es como recibir ese cariño o vivir esa fiesta. Preparar un mole requiere de tiempo, de paciencia, de unión familiar, generalmente está preparado por las mujeres más ancianas porque tienen esa sabiduría”, añadió.
La chef Cabrera Oropeza junto al chef Oscar Garza, finalistas del Premio al mérito restaurantero 2023, crearon un mole con trufa negra, además de incorporar moles con flores de huerto, mole blanco, mole con plátano macho, chocolate blanco y hasta mole “norteño” con ingredientes de Nuevo León.
El chef Garza, fundador del restaurante Bruna en Guadalajara, además tiene un platillo llamado “probadita de moles” donde ofrece 10 tipos de este platillo, entre los que destaca el mole poblano, el amarillo (Oaxaca), el pepián (Jalisco), el rosa con piñón (Guerrero) y el verde (Veracruz).
“Esta es la versatilidad del mole, que puedes ir agregando más ingredientes y no hay límites, es lo divertido de la cocina, jugar con todos los sabores que tenemos en México y podemos traer otros sabores de otro lugar y poder agregar al mole y eso es super rico”, finalizó.